A una bella
Sobre pupila azul
con sueño leve
Tu párpado cayendo
amortecido,
se parece a la
pura y blanca nieve
que sobre las
violetas reposó;
yo el sueño del
placer nunca he dormido:
sé más feliz que
yo.
Se asemeja tu
voz a la plegaria
al canto del
zorzal de indiano suelo,
que sobre la
pagoda solitaria
los himnos de la
tarde suspiró;
yo sólo esta oración dirijo al cielo:
sé más feliz que yo.
Es tu aliento
la esencia más fragante
de los lirios del
Arno caudaloso,
que brotan sobre
un junco vacilante
cuando el céfiro
blando los meció.
Yo no gozo su
aroma delicioso:
sé más feliz que
yo.
El amor, que
es espíritu de fuego
que de callada
noche se aconseja
y se nutre con
lágrimas y ruego
en tus purpúreos
labios se escondió;
él te guarde el
placer y a mí la queja:
sé más feliz que
yo.
Bella es tu juventud
en sus albores
como un campo de
rosas del Oriente;
al ángel del
recuerdo pedí flores
para adornar
tu sien y me las dio.
Yo decía al ponerlas
en tu frente:
sé más feliz
que yo.
Tu mirada vivaz
es de paloma:
como la adormidera
del desierto
causa dulce
embriaguez, hurí de aroma
que el cielo de
topacio abandonó;
mi suerte es dura,
mi destino incierto:
sé más feliz que yo.
Juan Arolas
Imagen:https://www.blogger.com/
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