lunes, 30 de septiembre de 2019


CXXII de Campos de Castilla

Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!

Antonio Machado


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miércoles, 25 de septiembre de 2019


El viaje definitivo

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando,
y se quedará mi huerto con su vede árbol
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán como esta tarde están tocando
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron,
yel pueblo se hará nuevo cada año,
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado
mi espíritu errará nostálgico.

Y yo me iré y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido.
Y se quedarán los pájaros cantando.

Juan Ramón Jiménez

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jueves, 19 de septiembre de 2019



A Margarita Debayle

Margarita, está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un quiosco de malaquita,
un gran manto de tisú
y una gentil princesita
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer,
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá,
mas lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya devuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: -“Qué te he hecho?
Te he buscado y no te halle;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?”.
La princesa no mentía,
y así dijo la verdad:
-“Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad”
- Y el rey clama: -“¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar”.
Y ella dice: -“No hubo intento,
yo me fui no sé por qué.
Por las olas, por el viento
fui a la estrella y la corté”.
Y el papá dice enojado:
-“Un castigo has de tener,
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver”.
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el buen Jesús.
Y así dice: “En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí”.
Viste el rey pompas brillantes
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar,
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento. 

Rubén Darío

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viernes, 13 de septiembre de 2019


Alguien

Un hombre trabajado por el tiempo,
un hombre que ni siquiera espera la muerte
(las pruebas de la muerte son estadísticas
y nadie hay que no corra el albur
de ser el primer inmortal),
un hombre que ha aprendido a agradecer
las modestas limosnas que los días,
el sueño, la rutina, el sabor del agua
una no sospechada etimología,
un verso latino o sajón,
la memoria de una mujer que lo ha abandonado
hace ya tantos años
que hoy puede recordarla sin amargura.
Un hombre que no ignora que el presente
ya es el porvenir y el olvido,
un hombre que ha sido desleal
y con el que fueron desleales,
puede sentir de pronto, al cruzar la calle
una misteriosa felicidad
que  no viene del lado de la esperanza
sino de una antigua inocencia,
de su propia raíz o de un dios disperso.

Sabe que no debe mirarla de cerca,
porque hay razones más tangibles que tigres
que le demostrarán su obligación
de ser un desdichado
pero humildemente recibe
esa felicidad, esa ráfaga.

Quizá en la muerte para siempre seremos,
cuando el polvo sea polvo,
esa indescifrable raíz,
de la cual para siempre crecerá,
ecuánime o atroz, nuestro solitario cielo o infierno.

Borges.

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sábado, 7 de septiembre de 2019


La dulce boca

La dulce boca que a gustar convida
un humor entre perlas desfilado
y a no envidiar aquel licor sagrado
que a Júpiter ministra el garzón de Ida.

¡’Amantes! No toquéis si queréis vida
porque entre un labio colorado
Amor está de su veneno armado
cual entre flor y flor sierpe escondida.


No os engañen las rosas que al Aurora
diréis que aljofaradas y olorosas
se le cayeron del purpúreo seno.

Manzanas son de Tántalo y no rosas,
que después huyen del que incita ahora
y sólo del amor queda el veneno.

Góngora.

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lunes, 2 de septiembre de 2019


En las mañanicas

En las mañanicas
del mes de mayo
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.

En las mañanicas,
como son frescas,
cubren los ruiseñores
las alamedas.

Ríense las fuentes
tirando perlas
a las florecillas
que están más cerca.

Vístense las plantas
de varias sedas
que sacar colores
poco les cuesta.

Los campos alegran
tapetes varios,
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.

Lope de Vega

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