¡Ay!
¡Ay! Quién pudiera tener
tras el silencio el olvido
y recordarte después.
¡Ay! Quiñen pudeiera tener…
Sentir la sangre varada
en esteros del ayer
y ser sangre enamorada.
¡Ay! Quién pudiera tener…
Y de nuevo renacer
del desierto de la nada
y en ti saciarse la sed.
¡Ay! Quién pudiera tener…
Y tras la quieta jornada
sentir de nuevo en la piel
el beso de tu mirada.
¡Ay! Quién pudiera tener…
José Alcolea
Imagen:https://www.blogger.com/
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