lunes, 7 de noviembre de 2022

Sobre el dolor de otro

 

¿Puedo observar el dolor de alguien

sin sentir con él tristeza

¿Puedo contemplar el pesar de alguien

sin intentar aliviarlo?

 

¿Puedo observar la lágrima derramada

sin compartir el dolor?

¿Puede un padre ver a su hijo llorar

sin someterse a la pena?

 

¿Puede una madre escuchar indiferente

el lamento de un niño, el temor de un infante?

¡No, no! ¡Imposible!

Nunca, eso jamás será posible.

 

¿Puede aquel que todo sonríe

oír los gemidos del ave?

¿Escuchar a sus pequeños pesarosos y necesitados?

¿Escuchar el llanto de los niños que sufren?

 

¿Sin sentarse junto al nido

rociando de piedad sus pechos?

¿Sin sentarse junto a la cuna

vertiendo llanto sobre las lágrimas del niño?

 

¿Y no pasarse día y noche

secando nuestras lágrimas?

Oh, no, eso jamás será posible.

Nunca, nunca será posible.

 

Nos reserva a todos su alegría;

se transforma en joven;

se transforma en hombre compasivo.

También él siente dolor.

 

Piensa que eres incapaz de suspirar un suspiro,

sin que tu hacedor no esté a tu lado.

Piensa que no puedes llorar una lágrima

sin que tu hacedor no esté llorando.

 

Ah, nos otorga la alegría

que destruye nuestras penas.

Hasta que  nuestro dolor se haya vaciado,

junto a nosotros se lamentará.

William Blake

Imagen:https://www.blogger.com/

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