martes, 30 de julio de 2024

Amor y sueño.

Tendida y dormida entre caricias nocturnas

vi a mi amor inclinarse sobre mi triste lecho,

pálida como el fruto y la hoja de lirio más oscuro,

rasa, despojada y sombría, con el cuello desnudo, listo  para ser mordido,

demasiado blanca para el rubor y demasiado ardiente para ser inmaculada,

pero del clor perfecto, ausente de blanco y rojo.

Y sus labios se entreabrieron tiernamente, y dijo

-en una sola palabra- placer.

 

Y toda su cara era miel para mi boca,

y todo su cuerpo era alimento para mis ojos.

Sus largos y aéreos brazos y sus manos más ardientes que el fuego

sus extemidades palpitando, el olor de su cabello austral,

sus pies ligeros y brillantes, sus muslos elásticos y generosos

y los brillantes párpados daban deseo a mi alma.

Algernon Swinburne

Imagen:https://www.blogger.com

miércoles, 24 de julio de 2024

El porqué de la inconstancia

Contra mi sexo te ensañas

y de inconstante lo acusas;

quizá porque así te excusas

de recibir cargo igual.

Mejor obrarás si emprendes

analizar en ti mismo

del alma humana el abismo,

buscando el foco del mal.

 

Proclamas que las mujeres

(cual dijo no sé quién antes),

piensan amar sus amantes

cuando aman sólo al amor;

que el vago ardor del deseo

se agita constante en ellas,

mas pasa sin dejar huellas

su preferencia mayor.

 

¡Ay, amigo! No te niego

verdad que tan sólo prueba

que son las hijas de Eva

como los hijos de Adán.

A entrambos el daño vino

de la funesta manzana,

y a toda la raza humana

sus tristes efectos van.

 

¡Mísera raza!... su mengua

sufre, pero no la entiende;

y aún sueña y hallar pretende

bienes que torpe perdió.

Tras ellos ciega se lanza,

girando en vértigo insano…

mas nunca su empeño vano

ni aun en sombra los gozó.

 

Amor pide, dicha busca,

y a esperar loca se atreve

que en vaso corrupto y breve

apague el alma su sed;

pero ella su afán inmenso

siente perenne, profundo,

y rompe lazos del mundo

como el águila la red.

 

En balde en la extraña lucha

de su cansancio y su anhelo

le agrada tomar el velo

que la presenta el error:

y en los pálidos fantasmas,

que agranda ilusa ella sola

se finge ver la aureola

de la dicha y del amor.

 

¡Resbala pronto la venda!

¡Resbala y ve -con despecho-

que vuela, en humo deshecho

el fulgor de su ilusión!

Pues no cabe en ser que piensa

que eterno el engaño sea

aunque inmortal es la idea

que seduce al corazón.

 

No es, no, flaqueza en nosotros,

sí indicio de altos destinos,

que aquellos bienes divinos

nos sirvan de eterno imán,

y que el alma  no los halle,

por más que activa se mueva

ni tú en las hijas de Eva,

ni yo en los hijos de Adán.

 

Unas y otros nos quedamos

de lo ideal a distancia,

y en todos es a inconstancia

constante anhelo del bien.

¡De amor y dicha tenemos

sólo un recuerdo nublado;

pues su goce fue enterrado

bajo el  árbol del edén!

 

Jamás ¡oh amigo! ventura

ni amor eterno hallaremos…

Pero ¿qué importa? ¡esperemos!

porque es vivir esperar;

y aquí de todo nos habla

de pequeñez y mudanza

sólo es grande la esperanza

y perenne el desear.

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Imagen:https://draft.blogger.com/


jueves, 18 de julio de 2024

Requiescat

Que se esparzan sobre ella las rosas

y nunca el rocío del tejo.

En  paz ella descansa,

así también como lo haré yo.

 

El mundo adquirió su alegría;

ella se bañó en el regocijo de las sonrisas,

pero su corazón estaba cansado, cansado,

y ahora el mundo la deja ser.

 

Su vida daba vueltas y vueltas,

en laberintos de sonido y calor,

pero paz era lo que su corazón deseaba,

y ahora la paz baila a su alrededor.

 

Su espíritu amplio y fuerte

revoloteó sin poder respirar.

Esta noche por fin podrá heredar

el vasto salón de la muerte.

Matthew Arnold

Imagen:https://www.blogger.com/

viernes, 12 de julio de 2024

Tenebrae

La luna, con su atento y glacial Ojo,

observa el crudo invierno entronizado,

vasto y pálido sobre la tierra yerma;

la noche se agita en translúcidos azules;

el viento, en súbita presencia, nos apuñala.

A lo lejos, sobre el orizonte, danzan

los ondulantes senderos del hielo;

se los ve a la distancia, perforando el llano,

y las Estrellas de Oro, suspendidas en el eter,

siepre más alto en la oscuridad,

desgarran cruelmente el zul del cielo.

Los campesinos tiemblan en las planicies de Flandes,

cerca de los brezos, de los antiguos ríos,

y de los grandes bosques:

entre dos lívidos infinitos, estremeciéndose de frío,

agrupándose junto a las viejas chimeneas,

removiendo las cansadas cenizas.

Emile Verhaeren.

Traducción de Enrique Díez Canedo

Imagen:https://www.blogger.com/

viernes, 5 de julio de 2024

Claroscuro

Hay horas en que siento

cansancio de la vida, aburrimiento,

en que en el mar de sombras en que lucho

me echo a pensar que ya he vivido mucho.

 

Y es que llevo un vacío

en el alma, tan hondo y tan sombrío

como esta inmensidad de mi deseo

que me hace suspirar por cuanto veo.

 

Y me asombra, me extraña,

bajo este afán eterno hecho montaña,

que aún esté en pie luchando con porfía

sin que haya encanecido todavía.

 

Pues para un joven viejo

que se ve del pasado en el espejo,

que no ama y de no amar se está muriendo,

la vida no es la bulla ni el estruendo:

algo que está en todo

y no está en nada, con el mismo modo

que, invisible, está el aire por doquiera

e impalpable la luz, vaga y ligera.

 

No sé si parto o llego,

no sé si en sombras o si en luz me anego,

mas siento, de los años a medida,

que me voy aburriendo de la vida.

Vicente Acosta

Imagen:https://www.blogger.com/blog