Recuerda
Recuérdame cuando
haya marchado lejos,
muy lejos, hacia la tierra silenciosa;
cuando mi mano
ya no puedas sostener,
ni yo, dudando
en partir, quiera todavía permanecer.
Recuérdame cuando
no haya más lo cotidiano,
donde me revelabas
nuestro futuro planeado;
sólo recuérdame,
bien lo sabes,
cuando sea tarde
para los consuelos, las plegarias.
Y aunque debas
olvidarme por un momento
para luego recordarme,
no lo lamentes:
pues la oscuridad
y la corrupción dejan
un vestigio de
los pensamientos que tuve;
es mejor que me
olvides y sonrías
a que debas recordarme en la tristeza.
Cristina Georgina
Rossetti
Imagen:https://www.blogger.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario