O Fortuna
Oh Fortuna,
como la luna
variable de
estado,
siempre creces
o decreces.
¡Qué vida tan
detestable!
Ahora oprime,
después alivia
como un juego
a la pobreza
y al poder
los derritió
como el hielo.
Suerte
monstruosa
y vacía,
tu rueda gira,
perverso,
la salud es
vana,
siempre se
difumina.
Sombrío
y velado
también a mí me
mortificas.
Ahora en el
juego
llevo mi
espalda desnuda
por tu
villanía.
La suerte en la
salud
y en la virtud
está contra mí,
me empuja,
y me lastra,
siempre
esclavizado.
En esta hora
sin tardanza,
toca las
cuerdas vibrantes
porque la
suerte
derriba al
fuerte,
llorad todos
conmigo.
Carmina Burana
No hay comentarios:
Publicar un comentario