viernes, 8 de octubre de 2021

 El corazón roto


Demente está quien afirma

haber estado una hora enamorado,

mas no es que el amor así se desvanezca,

sino que, de hecho, en menos tiempo os puede devorar.

¿Quién osará creerme si juro

haber sufrido un año de esta plaga?

¿Quién no se reiría de mí si yo dijera

que vi arder todo un día la pólvora de un frasco?

 

¡Ah, qué insignificante el corazón,

si llega a caer en manos del amor!

Cualquier otro pesar deja sitio

a otros pesares, y para sí reclama sólo una parte.

Vienen hasta nosotros, pero a nosotros el Amor arrastra,

y, sin masticar, nos absorbe.

Por él, como por el infame hierro, tropas enteras caen.

Él es el esturión tirano; nuestros corazones, la morralla.

 

Si así no fue, ¿qué le sucedió

a mi corazón cuando te vi?

A la alcoba traje un corazón,

pero de ella emergí vacío, desolado.

Si contigo hubiera ido, sé

que a tu corazón el mío le habría enseñado

la compasión.

Pero, ¡ay!, Amor, de una herida lacerante la felicidad

se ha quebrado.

 

Mas la Nada en Nada puede convertirse,

ni sitio alguno puede del todo vaciarse,

así pues, pienso que aún posee mi pecho todos

esos fragmentos, aunque no estén reunidos.

Y ahora, como los espejos rotos muestran

cientos de rostros más menudos, así

los añicos de mi corazón pueden sentir agrado,

deseo y adoración,

pero después de tal Amor, jamás volverán a amar.

John Donne

Imagen:https://www.google.com/

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