sábado, 15 de diciembre de 2012

Apegado a mí


Velloncito de mi carne, 
que en mi entraña yo tejí, 
velloncito friolento, 
¡duérmete apegado a mí! 

La perdiz duerme en el trébol 
escuchándole latir: 

no te turben mis alientos, 

¡duérmete apegado a mí! 

Hierbecita temblorosa 
asombrada de vivir, 
no te sueltes de mi pecho: 
¡duérmete apegado a mí! 

Yo que todo lo he perdido 
ahora tiemblo de dormir. 
No resbales de mi brazo: 
¡duérmete apegado a mí!




Gabriela Mistral

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