viernes, 24 de febrero de 2012

Ode ad florem Gnidi



Si de mi baja lira
tanto pudiese el son que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento;

y en ásperas montañas
con el süave canto enterneciese
las fieras alimañas,
los árboles moviese
y al son confusamente los crujiese,

(…)

Garcilaso de la Vega

Son las dos primeras estrofas de la Canción V (“Ode ad florem Gnidi”) de Garcilaso de la Vega. Son “liras”. Garcilaso incorpora esta estrofa a la poesía española. Su origen es italiano y a partir de entonces tuvo gran acogida en los poetas del Renacimiento y, aunque decae en el Barroco, vuelve a resurgir con fuerza en el Neoclasicismo y, sobre todo en el Romanticismo.

En el primer verso, “Si de mi baja lira”, se alude al instrumento musical (la lira) y desde este momento queda esta estrofa bautizada con el nombre de “lira”

La lira es una estrofa de cinco versos, en la que se combinan heptasílabos (1º, 3º y 4º) y endecasílabos (2º y 5º), que riman en consonante (el 1º con el 3º y el 2º con el 4º y el 5º).

La lira garcilasiana ha sufrido variaciones. Las más significativas son el  “cuarteto lira” ( AbAb) y el “sexteto lira” ( aBaBcC  o bien abCabC).

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