jueves, 6 de noviembre de 2025

XI 

Miré al cadáver, su raudo orden visible

y el desorden lentísimo de su alma;

le vi sobrevivir; hubo en su boca

la edad entrecortada de dos bocas.

Le gritaron su  número: pedazos.

Le gritaron su amor ¡más le valiera!

Le gritaron su bala ¡también muerta!

 

Y su orden digestivo sosteníase

y el desorden de su alma, atrás, en balde.

Le dejaron y oyeron, y es entonces

que el cadáver

casi vivió en secreto, en un instante;

mas le auscultaron mentalmente, ¡y fechas!

llorándole al oído, ¡y también fehas!

César Vallejo

Imagen:https://www.blogger.com

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