martes, 14 de noviembre de 2023

Amor y una pregunta

Un extraño llegó hasta la puerta en el ocaso

y habló con el justo novio.

Llevaba una vara blanca y verde en la mano,

que a su vez, sostenía todas sus posesiones.

Preguntó, más con los ojos que con los labios,

si habría refugio para él durante la noche,

y se volvió para mirar la distancia del camino,

sin luces ni ventanas iluminadas.

 

El novio dio un paso y cruzó la puerta diciendo:

miremos hacia el cielo,

y preguntemos por la noche que vendrá,

tú y yo, extraño compañero.

Las hojas de la vid cubrían el patio;

los frutos de la vid eran azules.

Otoño, sí, pero el invierno estaba en el aire;

extraño, ojalá lo supiera.

 

Dentro, la novia yacía sola en el atardecer,

inclinada sobre el fuego del placer,

su rostro brillaba rojo frente al carbón,

y rosa era el deseo y el pensamiento del corazón.

 

El novio observó el como desgastado,

sin embargo, la vio a ella en el interior,

y deseó su corazón en un cofre de oro,

inmóvil con un alfiler de plata.

 

El novio pensó en un pequeño obsequio,

algo de pan, una bolsa para el descanso,

una oración sincera por los pobres de Dios,

o una maldición para los ricos.

 

Pero si aquel extraño fue consultado o no,

sobre la muerte del amor de dos,

por albergar la pena en la noche que vendrá,

el novio nunca lo supo, pero deseó saberlo.

Robert Frost

Imagen:https://www.blogger.com/

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