jueves, 22 de febrero de 2024

Ojos tranquilos

Los muchachos regresan de la guerra,

con ojos tranquilos para cosas tranquilas:

un niño, una estrella, un cordero y su esquila,

un pájaro volcando su canto en la tierra.

 

Hondos rostros jóvenes, profundamente marcados,

rasgan el suave satén de la memoria;

y aún oculta, fuera de la historia,

continúa ocultando el dolor de los condenados.

 

Como la pesadilla que muere con el sueño,

la pena y un horror intolerable descansan

en los ojos jóvenes que recuerdan y guardan

su inocencia, una plegaria sin dueño.

 

Los ojos mundanos son polvorientos y débiles,

los ojos del pecado están cansados y fríos,

el joven soldado regresa a casa vacío

con la mirada perdida de los ancianos.

 

La guerra barre del rostro su inocencia.

¡No hay cura para las heridas invisibles!

Y el alma atisba desde su refugio lo posible:

ilesa, inmaculada, indemne.

Katharine Tynan

Imagen:https://www.blogger.com/

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