Dulcis memoria
Hace mucho, mucho
tiempo escuché una canción,
(¿Fue hace mucho
o solo ayer?)
Suaves heridas
se abrieron ante su melodía,
descendiendo profundo
hacia mi corazón.
Una canción de
entrañable consuelo,
Que desde
entonces me acompaña
en las horas mas
calmas y silenciosas,
como un agudo,
dulce sonido que nunca morirá.
Hace mucho,
mucho tiempo. Vi una pequeña flor,
(¿Fue hace mucho
o solo ayer?)
Tan hermosa en
su fragancia de largas horas,
que parecía
querer revelarme sus secretos:
Un pensamiento
de alegría brotó en su ser
sin jamás pronunciar
palabra; y ahora, a menudo veo
que esa amigable,
tierna flor, ya nunca se marchitará.
Hace mucho, mucho
tiempo, tuvimos un niño pequeño,
(¿Sucedió hace
mucho o solo ayer?)
Hacia los ojos
de su madre, y los míos, el sonrió
toda su corriente
de inconsciente amor;
y cobijado en
nuestros brazos, así se durmió.
Un ángel convocado!
No pudimos retenerlo;
Sin embargo nuestros
brazos en secreto
continuaron acunándolo.
Nuestro niño pequeño
ya nunca desaparecerá.
Hace mucho, mucho
tiempo ¡Ah, memoria, aclárate!
(No fue hace mucho,
sino ayer)
Tan pequeña indefensa
y amada.
No dejes que la
canción muera, que la flor se marchite.
Su voz, sus ojos
al despertar, su gentil reposar;
Las pequeñas
cosas están a salvo en tu memoria
permite que nuestro ángel habite allí para siempre.
Henry Van
Imagen:https://www.blogger.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario