lunes, 4 de abril de 2016

De los álamos vengo, madre

De los álamos vengo, madre,
de ver cómo los menea el aire.
De los álamos de Sevilla,
de ver a mi linda amiga;
de ver cómo los menea el aire.
De los álamos vengo, madre,
de ver cómo los menea el aire.

Anónimo
……..

En forma de villancico, el poema tiene una clara referencia erótica. Se nos hace visible la postura del amante, que, recostado con su amada, dirigía su mirada hacia los altos álamos y veía así cómo el aire los meneaba.

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                                                                       Imagen: https://www.google.es
La relación álamos-amor ha estado muy presente a lo largo de la lírica tradicional, llegando hasta nuestros días.
He aquí un poema de Ángel González que vuelve sobre el tema:

Casi invierno

 Alamedas desnudas
mi amor se vino al suelo.
Verdes vuelos,
velados
por el leve amarillo
de la melancolía,
grandes hojas de luz,
días caídos
de un otoño abatido por el viento

¿Y me preguntas hoy por qué estoy triste?
De los álamos vengo.


Ángel González

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