Coplas
al vino
Nervioso
pero sin duelo
A
toda la concurrencia
por
la mala voz suplico
perdón
y condescendencia.
Con
mi cara de ataúd
y
mis mariposas viejas
yo
también me hago presente
en
esta solemne fiesta.
¿Hay
algo, pregunto yo
más
noble que una botella
de
vino bien conversado
entre
dos almas gemelas?
El
vino tiene un poder
que
admira y que desconcierta
trasmuta
la nieve en fuego
y
al fuego lo vuelve piedra.
El
vino es todo, es el mar
las
botas de veinte leguas
la
alfombra mágica, el sol,
el
loro de siete lenguas.
Algunos
toman por sed
otros
por olvidar deudas
y
yo por ver lagartijas
y
sapos en las estrellas.

El
hombre que no se bebe
su
copa sanguinolenta
no
puede ser, creo yo
cristiano
de buene cepa.
El
vino puede tomarse
en
lata, en cristal o greda
pero
es mejor en copihue
en
fucsia o en azucena,
El
pobre toma su trago
para
compensar las deudas
que
no se pueden pagar
con
lágrimas ni con huelgas.
Si
me dieran a elegir
entre
diamantes y perlas
yo
eligiría un racimo
de
uvas blancas y negras.
El
ciego con una copa
ve
chispas y ve centellas
y
el cojo de nacimiento
se
pone a bailar la cueca.
El
vino cuando se bebe
con
inspiración sincera
sólo
puede compararse
al
beso de una doncella.
Por
todo lo cual levanto
mi
copa al sol de la noche
y
bebo el vino sagrado
que
hermana los corazones.
Nicanor
Parra
Imágenes:https://www.google.com
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