Toma un cántaro
de vino, siéntate a la luz de la luna
y bebe pensando
en que mañana
quizá la luna
te busque inútilmente.
XV
buscaba yo el
Cielo y el Infierno.
Pero una voz
severa me advirtió:
“El Cielo y el
Infierno están en ti.”
XVII
A pesar de la
plenitud que gozamos, olvido nuestro pasado.
¡Tan seductora
es la caricia del Presente!
XX
Fugaces son
nuestros días y huyen
como el agua de
los ríos y los vientos del desierto.
Empero, dos
días me dejan indiferente:
El que ayer
murió y el que mañana no ha nacido.
XXV
Suelo ir a
sentarme en primavera, a la riba de un campo florecido.
Cuando un
esbelta doncella me ofrece su cáliz de vino,
no pienso para
nada en mi salud.
En verdad,
valdría menos que un perro que tuviese tan grosera preocupación.
XXIX
Los mayores
sabios y filósofos
caminaron en
las tinieblas de la ignorancia,
Con todo fueron
la lumbre de su época.
Pero, ¿qué
hicieron? Pronunciar algunas frases y luego dormitar.
…..
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